Leonard Cohen
Leonard Cohen:
I'm your man
Lions Gate, 2006
Una forma de abarcar en pocas palabras la existencia completa de Leonard Cohen (sugerida por el mismo) sería la siguiente: ‘Mi padre estudió ingeniería, pero de alguna manera cayó al negocio de la ropa y de su manufacturación. Entonces yo crecí usando traje. Probé los pantalones de mezclilla pero nunca me sentí cómodo en ellos. Nunca lo hice bien, así que finalmente me di por vencido ante el hecho de que sentía más cómodo de traje’.
Otra es, también salida de sus propias palabras, la descripción que hace de su biografía en el poema “La historia hasta aquí”: Estaba vivo. / Vivo en el horror. // Los regalos eran muchos y muchas las advertencias que los acompañaban. / Te damos un gran corazón pero si bebes vino comenzarás a odiar al mundo. / La luna es tu hermana pero si tomas somníferos te verás en compañía de mujeres desdichadas. / Cada vez que te aferres al amor perderás un copo de nieve de tu memoria.
Con las palabras arriba citadas hace su presentación en el documental filmado por Lian Lunson, Leonard Cohen, I´m your man. La película es la suma del registro en video del concierto tributo Came so far for beauty: An evening of Leonard Cohen songs, más las pertinentes entrevistas a los que participaron en el homenaje, tanto como al propio Cohen, más lecturas de fragmentos de su reciente colección de poesía Book of longing.
El honor de abrir el espectáculo recae en Nick Cave, a cargo de “I´m your man”. Aunque la versión no es mucho más cabaretera que la original, hacen de esta canción uno de los momentos cumbres del proyecto, por lo que se vuelve la pieza ideal para su apertura, de ahí el título. El gran acierto es la elección del productor musical, Hal Willer, quien eligió al elenco y al grupo base de acompañamiento. Un ensamble conformado ecléctico que se mueve en distintas direcciones, alguna vez jazzy, otras veces folky, pop o rock, acorde con el estilo de los cantantes o el planteamiento de las reinterpretaciones.
A partir de ese momento empieza a subir la intensidad y nos encontramos con una de las grandes revelaciones del dvd: la actuación de The Handsome Family junto a Lynda Thompson en “A thousand Kisses deep”. La canción, incluida en el álbum Ten New Songs, fue concebida como un poema de largo aliento dividido en dos y luego reducido para su musicalización. En la primera parte del texto publicado hay una línea que no figura en el producto final: Viniste a verme esta mañana / Y me trataste como si fuera carne / Hay que ser hombre para saber/ Lo bueno lo dulce que es eso.
El programa continúa con el mejor momento de la noche, la intervención de Rufus Wainwright, con una relectura de “Everybody Knows”. Suena refrescante y la recrea por completo a su manera y además le agrega un toque de rumba al estilo Tow Waits. Más adelante Rufus contribuye con dos apariciones más, una de ellas “Halleluja”, aunque muy digna, no logra superar la versión de John Cale.
También su hermana, Martha Wainwright contribuye con una joya. Nos sorprende con su voz en “The Traitor”, una de las letras que más significado tienen para Leonard, quien comenta que el trasfondo de esta canción son los sentimientos que experimentamos al traicionar una misión que se nos ordenó cumplir y no lo hicimos, pero que el verdadero mandato no era cumplirla, si no entender que el valor más profundo era permanecer sin culpa.
El toque emocionante lo pone Anthony, de Anthony and the Johnsons en “Speaking the language”. Sin duda la mejor versión después de la de Rufus Wainwright, más imaginativa, más arriesgada, no tan apegada a la original. Comienza en un tenor suave y relajado y sube de intensidad emotiva y musical, hasta desgarrase la ropa, sin otorgar tregua. Consigue un efecto hermoso y conmovedor, con un Anthony que durante toda su interpretación contiene el llanto, pero que a la vez se ubica en un punto catártico, absorto en el contenido de la canción, en los sentimientos que esta le produce.
El final lo estelarizan, fuera del escenario, el propio Cohen acompañado por U2, en una visita a Tower of the song, a la manera de un videoclip. Hay grandes anécdotas en el documental, del poeta y de los involucrados. Rufus Wainwright relata que cuando lo conoció en su casa en ropa interior, intentaba darle pequeños pedazos de salchicha a un pájaro recién nacido que se había caído de un árbol, lo calificó como un momento Cohen, pero que no se percató con quién estaba hasta que el poeta volvió totalmente enfundado en Armani, con el pelo hacia atrás y con zapatos de charol, saltó de su asiento y dijo: Oh, Dios mío, Leonard Cohen.
Lo que más sorprende es que encontramos a Bono y The Edge expresándose inteligentemente, el guitarrista lo sitúa en términos bíblicos. Alude al principio del cristianismo, cuando para oír la voz de Dios era necesario ir a un lugar silencioso, para decir que Leonard bajó de la montaña con las tabletas de piedra, después de haber estado arriba con los ángeles. Bono no lo identifica con el aspecto religioso, declara que le demostró el aspecto táctil, sensual del mundo. Lo compara con Byron, con Shelley, con Keats.
Por su parte, Cohen se muestra impasible, no consigue casarse con la idea de que es una figura profética. No se muestra pagado de sí mismo, pero tampoco decepcionado. No atribuye a su reclusión en un monasterio budista más importancia que otros eventos en su vida. Cuenta que al momento de grabar Death of a lady’s man, acababa de divorciarse de la madre de sus hijos y las canciones se alejaron de él, le fue imposible masterizar el disco, pero gracias a ello tuvo un gran impacto en la generación punk, que lo alabó. No se ve cómo un héroe de su propio drama y reconoce que cuando dejas de esperar la victoria y entiendes que este mundo no es el paraíso, las cosas son más fáciles.
Confiesa que entre más bebe encuentra más atractiva la idea de salir de gira. Esatá en excelente forma. La edad no se le ha vuelto una novia amarga. No parece incomodarle mucho la cámara, en ocasiones pregunta si aún queda cinta para grabar, tampoco otorga gran importancia al hecho de ser el protagonista de una película. Lo toma con clama, como una broma del destino que había tardado en efectuarse, pero que al final sucede y de una manera no tan malvada. Y aprovecha para burlarse de su condición de lady’s man, acepta que eso era para su alma una cruel carcajada en sus momentos de soledad, antes de que aparezcan los créditos.
Otra es, también salida de sus propias palabras, la descripción que hace de su biografía en el poema “La historia hasta aquí”: Estaba vivo. / Vivo en el horror. // Los regalos eran muchos y muchas las advertencias que los acompañaban. / Te damos un gran corazón pero si bebes vino comenzarás a odiar al mundo. / La luna es tu hermana pero si tomas somníferos te verás en compañía de mujeres desdichadas. / Cada vez que te aferres al amor perderás un copo de nieve de tu memoria.
Con las palabras arriba citadas hace su presentación en el documental filmado por Lian Lunson, Leonard Cohen, I´m your man. La película es la suma del registro en video del concierto tributo Came so far for beauty: An evening of Leonard Cohen songs, más las pertinentes entrevistas a los que participaron en el homenaje, tanto como al propio Cohen, más lecturas de fragmentos de su reciente colección de poesía Book of longing.
El honor de abrir el espectáculo recae en Nick Cave, a cargo de “I´m your man”. Aunque la versión no es mucho más cabaretera que la original, hacen de esta canción uno de los momentos cumbres del proyecto, por lo que se vuelve la pieza ideal para su apertura, de ahí el título. El gran acierto es la elección del productor musical, Hal Willer, quien eligió al elenco y al grupo base de acompañamiento. Un ensamble conformado ecléctico que se mueve en distintas direcciones, alguna vez jazzy, otras veces folky, pop o rock, acorde con el estilo de los cantantes o el planteamiento de las reinterpretaciones.
A partir de ese momento empieza a subir la intensidad y nos encontramos con una de las grandes revelaciones del dvd: la actuación de The Handsome Family junto a Lynda Thompson en “A thousand Kisses deep”. La canción, incluida en el álbum Ten New Songs, fue concebida como un poema de largo aliento dividido en dos y luego reducido para su musicalización. En la primera parte del texto publicado hay una línea que no figura en el producto final: Viniste a verme esta mañana / Y me trataste como si fuera carne / Hay que ser hombre para saber/ Lo bueno lo dulce que es eso.
El programa continúa con el mejor momento de la noche, la intervención de Rufus Wainwright, con una relectura de “Everybody Knows”. Suena refrescante y la recrea por completo a su manera y además le agrega un toque de rumba al estilo Tow Waits. Más adelante Rufus contribuye con dos apariciones más, una de ellas “Halleluja”, aunque muy digna, no logra superar la versión de John Cale.
También su hermana, Martha Wainwright contribuye con una joya. Nos sorprende con su voz en “The Traitor”, una de las letras que más significado tienen para Leonard, quien comenta que el trasfondo de esta canción son los sentimientos que experimentamos al traicionar una misión que se nos ordenó cumplir y no lo hicimos, pero que el verdadero mandato no era cumplirla, si no entender que el valor más profundo era permanecer sin culpa.
El toque emocionante lo pone Anthony, de Anthony and the Johnsons en “Speaking the language”. Sin duda la mejor versión después de la de Rufus Wainwright, más imaginativa, más arriesgada, no tan apegada a la original. Comienza en un tenor suave y relajado y sube de intensidad emotiva y musical, hasta desgarrase la ropa, sin otorgar tregua. Consigue un efecto hermoso y conmovedor, con un Anthony que durante toda su interpretación contiene el llanto, pero que a la vez se ubica en un punto catártico, absorto en el contenido de la canción, en los sentimientos que esta le produce.
El final lo estelarizan, fuera del escenario, el propio Cohen acompañado por U2, en una visita a Tower of the song, a la manera de un videoclip. Hay grandes anécdotas en el documental, del poeta y de los involucrados. Rufus Wainwright relata que cuando lo conoció en su casa en ropa interior, intentaba darle pequeños pedazos de salchicha a un pájaro recién nacido que se había caído de un árbol, lo calificó como un momento Cohen, pero que no se percató con quién estaba hasta que el poeta volvió totalmente enfundado en Armani, con el pelo hacia atrás y con zapatos de charol, saltó de su asiento y dijo: Oh, Dios mío, Leonard Cohen.
Lo que más sorprende es que encontramos a Bono y The Edge expresándose inteligentemente, el guitarrista lo sitúa en términos bíblicos. Alude al principio del cristianismo, cuando para oír la voz de Dios era necesario ir a un lugar silencioso, para decir que Leonard bajó de la montaña con las tabletas de piedra, después de haber estado arriba con los ángeles. Bono no lo identifica con el aspecto religioso, declara que le demostró el aspecto táctil, sensual del mundo. Lo compara con Byron, con Shelley, con Keats.
Por su parte, Cohen se muestra impasible, no consigue casarse con la idea de que es una figura profética. No se muestra pagado de sí mismo, pero tampoco decepcionado. No atribuye a su reclusión en un monasterio budista más importancia que otros eventos en su vida. Cuenta que al momento de grabar Death of a lady’s man, acababa de divorciarse de la madre de sus hijos y las canciones se alejaron de él, le fue imposible masterizar el disco, pero gracias a ello tuvo un gran impacto en la generación punk, que lo alabó. No se ve cómo un héroe de su propio drama y reconoce que cuando dejas de esperar la victoria y entiendes que este mundo no es el paraíso, las cosas son más fáciles.
Confiesa que entre más bebe encuentra más atractiva la idea de salir de gira. Esatá en excelente forma. La edad no se le ha vuelto una novia amarga. No parece incomodarle mucho la cámara, en ocasiones pregunta si aún queda cinta para grabar, tampoco otorga gran importancia al hecho de ser el protagonista de una película. Lo toma con clama, como una broma del destino que había tardado en efectuarse, pero que al final sucede y de una manera no tan malvada. Y aprovecha para burlarse de su condición de lady’s man, acepta que eso era para su alma una cruel carcajada en sus momentos de soledad, antes de que aparezcan los créditos.
3 Comments:
Provocativo el asunto. No me dejas mas remedio que verlo. Un saludo Carlos.
4:12 PM
ay que verlo why i come to dance con la santa muerte
por aleluyah
por ser the man el leon leonard
escribí algo breve sobre el openbook the i nfinity mind del GG where´s is it, ya te la sabritas que estamos idos de la mente mi relampago de hongosto,, je saludos charlie el enmascarado...
2:54 PM
Muy buen resumen de lo que ví anoche. La película me dejó perpleja, no podía desviar ni por un momento la atención.
12:45 AM
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