la opinión musical de Litoscar

Sunday, May 06, 2007

Hemisferismo Vallenato



Gerson Gómez
Ordinaria Locura
Oasis Editorial
Col. Horas de Junio
Serie narrativa N. 4

















Suena, suena y emociona
Celso Piña


Siempre que pienso en Gerson Gómez, alias Nuestro GG, imagino a un extra del video Abarajame de Ilya Kuryaki and The Valderramas, o a un fan de Extremoduro en pleno slam en un concierto, o a un hincha pelota que se avienta la pica sin playera. Sin embargo, Gerson es más que lo anterior: el tipo duro que baila en calzones en los antros gays, el que se corre fabulosas parrandas de cocaína y el amoroso padre de una niña. Todos esos es el Sr. Gómez. Y además aún encuentra tiempo para ser autor de dos libros de crónicas. Su primer y atinado esfuerzo por dejar un registro personal de una cultura, de una ciudad, en este caso Monterrey, se llama Hemisferio de las estaciones.
Ahora vuelve al surfhemisferismo con un nuevo libro de crónicas, Ordinaria locura. Esta reciente colección de anécdotas y postales, del sudor que sobreviene después de que las horas cobran su cheque, es la prostituta que te mira feo en una cantina, el cachito de la lotería que no te salió ni con reintegro, el marcador en contra por dos goles de diferencia. La honestidad del libro es agresiva. Es la luz insoportable del bar que se te encaja en los ojos y no la puedes evitar porque es la única mesa libre. Una lectura equivocada del libro nos podría causar la impresión de que se trata de las divagaciones de un poéta maldito regodeándose en su derrota. Nada más falso. Esta locura es como la vida. Esta vida es como la locura. La gota padecida que nos prohíbe beber, la no venta de cerveza los domingos, todos esos aspectos de la vida que detestamos, pero contra los cuales no podemos hacer nada. Los pequeños detalles que delimitan nuestra existencia.
El título del libro es una referencia desenfrenada a uno de los poetas que fuera tan famoso como Auden, aunque no podía ni siquiera darle por el culo a un perro, pero pudo llevar cualquiera de los siguientes:
1. Relatos de un niño que jodió su infancia con la película Pepito y Chabelo contra los monstruos.
2. Una trago llama a una noche larga (Demasiado temprano para levantarse y demasiado tarde ya para ir a la cama).
3. Cuentos del tipo que charolea con una acreditación caduca.
4. Fan de la Bersuit.
5. Penal, pinche arbitro ciego, vendido.
Para nada incomoda que en este libro existan también stoned momets de ternura, de compañerismo, de odio y de cursilería. Pues el Sr. GG no desestima ningún tipo de sentimiento. No es el tipo que todo el tiempo es invencible, no es el que invita las cervezas, ni siquiera el sujeto que se cree superior por su pasado de piedrólar. Jura que se ha regenerado. Que, como se titula uno de los pasajes, Está bien, pero qué le vamos a hacer. Sí, el mismo señor Gómez que ha bailado con Lumi Cavazos y después le ha mentado la madre es el que se pasea y la marca al son de las caguamas por la microficción de sus delirios drogadictos y alcohólicos pero filisteros contra si mismo. Como un nuevo lenocinio de las emociones, clavarse en esta locura, por ilógico que parezca, es un amparo contra la realidad. La mejor cura contra la locura es la neurosis, y GG es un profesional de la psicósis antiansiolítica. Adicto a las pastillas, al futbol, al Ozzfest, al bar La Pirámide, a sus amigos, a embarrarla.
Nada más porque al responsable de Ordinaria locura le falta fama, pero en unos años, cuando conquiste la gloria literaria, no se extrañe que se tire desde un noveno piso a una alberca, o que sea arrestado por golpear a su entonces novia de 15 años, o que sea demandado por golpear periodistas o aparezca en una telenovela.
Debo agregar que GG es mi hemisferista favorito. Como Bukowski sabe que la literatura debe ser confesional y no anda con disfraces a la hora de la escritura. Aquí aparecen sus amigos de carne y hueso con sus nombres reales. Es estas páginas desfilan, entre otra banda, puro guataje pesao: Guillermo Fadanelli, Arnulfo Vigil, Luis Valdez, Margarito Cuellar, Armando Alanís (a quien le propinó un puñetazo en la cara), la porra de los Tigres, La Verbena Popular, y yo. Sí, triste y farandulero aparezco en las páginas mientras el autor celsopiñea. Está fulero, el último relato, La triste historia de fifí, es un episodio que viví con él. Y es que GG me ha salido caro: un boleto para el concieto de los Rolling Stones (le piché la entrada), que mis amigos me digan Por qué te juntas con él (sus amigos deben decirle lo mismo acerca de mí), y también miles de cervezas y rayas, ahora me cuesta esta reseña. GG me ha costado mucho. Como yo le he costado a otros. Salud.

3 Comments:

Blogger rogelio garza said...

Qué honguito, man?
Pos suena pasoteado el libro de tu cuate. Pero, para serte sincero, ya me da huevita leer historias sobre cocos-pedos que desfiguran en nombre de la lit. No sé, como que está de modita meterse coquita y arrancarse a escribir en primera. O soy muy fresa. Debe ser eso.
Un abrazo.
Ya envié eso, qué suave reseña, a ver si este güey del García Michel no se pone roñoso. También te recomiendo la novela de Cohen, Beautiful Losers, si puedes chíngatela en inglés.

5:42 PM

 
Anonymous Anonymous said...

CHIDA LA RESEÑA NOS VEMOS PRONTO COMPIXXX

6:22 PM

 
Blogger Lucy Originales.- said...

Hola, Carlos!
Que las letras hagan su trabajo.

Te encontré dentro de la revista Generación, en el número de Mayo de 2007, precisamente con Hemisferismo Vallenato, luego terminé encontrándote por la red mientras buscaba el enlace de la revista que supuestamente es revistageneracion.org, pero ps nomás no doy con la revista. Pero chido que di contigo.

Si no te toma mucho rato, me puedes ayudar a encontrar la revista por internet?, conoces la página actual? todavía existe la revista?
:(

Gracias.

1:45 PM

 

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