la opinión musical de Litoscar

Tuesday, April 24, 2007

Leonard Cohen: El nihilista consumado



Leonard Cohen
Libro del anhelo
Ed. Lumen, 2006

Trad. Alberto Manzano


















Book of longing (Libro de la longevidad) traducido como Libro del anhelo, es el más reciente poemario de Leonard Cohen. Aunque hay textos fechados en 1970, estrictamente abarca 20 años de trabajo. Desde su ingreso en el monasterio de Monte Baldy, California, pasando por la grabación de sus dos últimos discos, los textos aquí conjurados poseen el mismo estado de ánimo de aquel Cohen que declaró: Aunque no hubiera existido el hongo atómico, yo habría odiado. Es la misma, exacta visión que nos ofrece ahora a sus 76 años, sólo que cargada por el aprendizaje obtenido de su etapa de reclusión budista y su proximidad a la muerte. A su edad continua haciéndose las mismas preguntas de la adolescencia: ¿Qué puedo hacer / con este amor mío / con este bulto peludo?, y más adelante: ¿A quién llevaré / al borde de la desesperación / con mi rodilla sobre su corazón? Resultaría ridículo decir que Cohen está escribiendo desde la cima de su experiencia, desde su primer libro, Comparemos mitologías, se encuentra escribiendo desde la cima de su experiencia.
La diferencia, lo que quizá haga de este el mejor libro de poemas de su autor, es que se trata de un Cohen inédito. Sí, es el Cohen poeta, el novelista arriesgado, el padrote, el compositor de canciones, el cantante, la estrella pop, sin embargo no se conforma ni con la idea de que renunciar a la vida en sociedad en busca de la iluminación sea la solución para los problemas existenciales de occidente, ni a garantizar que la vejez es un boleto comprado hacia un estado perfecto de paz, sabiduría, resignación, etc. Al contrario, se ofrece como carne de cañón para demostrarnos, una vez más, que la única certeza que tiene el hombre es su voz.
Las 240 páginas que conforman el volumen están llenas de momentos de inmejorable sarcasmo, de una inteligencia hiriente y de un cinismo último. Por lo que Cohen se localiza más cercano a Nietszche que a Buda. Todos los versos, todas las reflexiones, todas las condenas parecen partir de esa idea nietszcheana de que sólo quien posea la cualidad de ser un nihilista consumado será capaz de sobrevivir en el mundo moderno. Este conjunto de poemas no son chistes posmodernos, tampoco tratan sobre la muerte del posmodernismo, todo lo que enuncian son las declaraciones de un verdadero hijo de Heidegger. Para muestra este fragmento: Al cabo de un rato / no sabes / si lo que añoras / es una mujer / o lo que necesitas / es un cigarro. A pesar de lo anterior, tampoco se puede calificar de desenfadado, puesto que el desenfado carece de profundidad.
Partiendo del nihilismo consumado, en el cual, denunciaba la conciencia heideggeriana, del ser como tal “ya no queda nada”, el autor abre el primer poema con esta estrofa: No puedo llegar a las colinas / el sistema está agotado / vivo a base de píldoras. En algunas partes del libro aparece como Jikan Eliécer, nombre japonés con el que Cohen fue conocido durante su retiro espiritual, significa “el silencioso”. Eliécer fue el servidor de Abraham que, por encargo de su señor, viajó a Mesopotámia en busca de una esposa para su hijo Isaac. En Mejor, se burla de la cualidades: mejor que mi madre / es tu madre / que aún está viva / mientras que la mía / no está viva / pero, qué estoy diciendo / perdóname madre.
En el Monje enfermo de amor, uno de la larga serie que dedica a su lapso budista: Me afeité la cabeza / me puse un habito / duermo en el rincón de una cabaña / a dos mil metros de altura en una montaña / esto es deprimente / lo único que no necesito / es un peine. Madrugada en Monte Baldy ridiculiza el enorme esfuerzo por renunciar a la carne: en total / unos 9 kilos de ropa / que me pongo rápidamente / a las 2. 30 de la mañana / sobre mi enorme erección. Lo mismo sucede en Otros escritores, al referirse a una platica entre dos monjes sobre la simultanea expansión y contracción del cosmos: Yo insisto e insisto / en una joven y noble mujer / que se desabrochó los pantalones / en el asiento delantero de mi jeep / y me dejó tocar / la fuente de la vida / porque estaba muy lejos de ella. / tengo que decirles, amigos, / que prefiero mis asuntos a los suyos.
Y también tiene todavía algo que decirle a la juventud: si eres / joven / y resulta / que / no / eres / Arthur / Rimbaud / preferiríamos / no / saber / nada / de ti // y si por / casualidad / fueras / Arthur / Rimbaud / definitivamente / no querríamos / saber / nada / de ti. Y se encarniza contra su propia falta de juventud: aún miro / a las chicas/ pero ya no / hay chicas / ni una sola / únicamente / (esto te matará) / paz interior / y armonía.
En las liner notes de Blood on the tracks (1975) de Bob Dylan, Pete Hamill sentencia: Pobre Norteamérica, tierra donde los poetas mueren, excepto por Dylan. Y me atrevo a agregar también, excepto por Cohen. Porque aunque, frente a esa sequía en los poesía gringa, en la superficie Book of longing parezca un libro de poemas más, es, sin reclamo de lo mejor que se ha escrito en lengua inglesa en Estados Unidos en los 7 años que llevamos del nuevo milenio.
La mayoría de los textos aquí reunidos vienen acompañados de viñetas. Dibujos del mismo Cohen. Casi siempre se trata de autorretratos. Gran número de ellos se hallan explicados por pequeños poemas que son a su vez mordaces apreciaciones sobre su apariencia física. Por ejemplo: estos retratos están muy por debajo de mi desarrollo / real / por ejemplo: / he / abdicado / del trono / tanto del / temporal como / del espiritual / mientras que / en esta página / parece que / esté seriamente / preocupado / por una cosa / u otra- / es simplemente una / vieja costumbre del / rostro.
En esencia se trata del mismo Cohen, el de los discos Songs from a room, The future, la figura que protagoniza el documental I’m your man (2007) de quien Bob Dylan dijo: si no hubiera sido yo, me habría gustado ser Leonard Cohen, el autor de Flores para Hitler, un libro capital en la poesía de lengua inglesa, el mismo Cohen, sólo que ahora como él asegura: demasiado viejo / para aprenderme los nombres / de los nuevos asesinos. Qué duro debe ser Leonard Cohen, sobre todo, para quienes no lo somos.

Thelonious Monk & John Coltrane



Thelonious Monk with John Coltrane
The complete 1957 Riverside Recordings
Riverside records, 2006




En la contraportada de este disco se anuncia lo siguiente: The idea of Monk & Coltrane –the genious mentor and the buddinh genious– on the same bandstand or in the recording studio is like Julius Irving and Michael Jordan soaring as teammate (La idea de Monk & Coltrane –el genio mentor y el genio en ciernes– en la misma banda o en el mismo disco es como si Julius Irving y Michael Jordan hubieras sido compañeros de equipo). Nada más absurdo. Este comentario resulta gratuito y desmesurado, ya que se trata de simple especulación al tratar de visualizar el resultado de la conjunción de los basquetbolistas. La diferencia entre las dos comparaciones radica en que en el caso de los músicos sí coincidieron. En el tiempo, en el espacio y en el estudio de grabación. (Antes, mucho antes de que Coltrane fuera la mítica figura que es, de que su nombre alcanzara las dimensiones de leyenda y de que se convirtiera en el músico más influyente de la historia, tuvo la oportunidad de tocar los tres genios que inventaron el bebop. Con Dizzy Gillespie, con Charley Parker, cuando formó parte de la banda de Miles Davis y con Thelonious Monk).
Lo anterior con motivo de que este año se celebran 50 años de la colaboración entre dos de los talentos más grandes que ha dado el jazz y del relanzamiento de un disco ya clásico, el totémico Thelonious Monk with John Coltrane, ahora con el nombre de The complete 1957 Riverside recordings, una versión extendida del primero, en formato de disco doble y remasterizada.
Para quienes no compraron la primera versión es una buena oportunidad para conocer el universo de uno de los dúos emblemáticos del jazz por excelencia. Para quienes ya lo tienen, la reedición ofrece las ventajas de subdividirse en formaciones. La de trío, aquí se encuentra uno de los temas más sobresalientes de la compilación, Moonk’s mood. Una toma sin batería, el sonido se presenta más íntimo, confesional. Registrado el 25 y 26 de Junio, el septeto también tiene un tema top, Blues for tomorrow, que en esta ocasión por primera vez la podemos apreciar por primera vez en modalidad estéreo. La sesión del cuarteto, fechada en julio, aporta el tema Ruby, my dear con la inclusión de Coleman Hawkins.
The Complete Riverside Recordings es un excelente complemento para Thelonious Monk Quartet with John Coltrane at Carnegie Hall.